Los textos publicitarios abarcan una amplia gama de materiales con el propósito de crear una impresión favorable sobre un producto/servicio/marca e, idealmente, motivar a la gente a realizar una compra. Esto incluye descripciones de productos/servicios en el sitio web del fabricante, artículos publicitarios en medios de comunicación y guiones para anuncios de audio y vídeo. Incluso las etiquetas de los productos suelen ir más allá de la mera descripción del contenido del envase y resaltar sus ventajas. El texto del envase también "vende" el producto, ya que muchas decisiones de compra se toman mientras se hojea en los supermercados.
Comprender la finalidad del texto publicitario es crucial para que la traducción tenga sentido. El texto final traducido debe tener la misma finalidad que el original: fomentar una actitud positiva hacia el producto anunciado. Una traducción directa no siempre puede lograr este objetivo. Por eso, el traductor debe comprender las particularidades de los textos publicitarios.
Al traducir publicidad, el texto no sólo se traslada a otro idioma, sino también a otra cultura. Como en publicidad es vital crear una impresión favorable y fidelizar al público, hay que tener en cuenta las peculiaridades culturales del público objetivo. El coste de los errores es alto: puede provocar el efecto contrario. Por eso, la traducción de la publicidad requiere a alguien bien familiarizado con la cultura del público objetivo y sus realidades contemporáneas. En la publicidad puede utilizarse el humor, pero éste varía de una cultura a otra. El traductor debe comprender el humor del original y adaptarlo adecuadamente en la traducción. Así pues, un traductor de publicidad también actúa como localizador.
Como una traducción directa no siempre es adecuada, el traductor a menudo tiene que actuar de forma creativa. Esto es especialmente evidente en los eslóganes. Un eslogan es una frase breve y clara que consolida todas las ventajas del producto anunciado. Debe ser memorable. Naturalmente, el eslogan traducido debe cumplir todas las condiciones mencionadas. No siempre es posible mantener la misma brevedad y concisión que el eslogan original cuando se traduce directamente. Los clientes pueden imponer condiciones adicionales, como conservar la rima en la traducción (como en el original). En estos casos, el traductor confía en su capacidad creativa. El pensamiento creativo es una de las habilidades cruciales para un traductor de publicidad. A veces, el eslogan de la lengua de origen y la traducción tienen poco en común. Por supuesto, estas decisiones se toman de acuerdo con el cliente. Así pues, un traductor publicitario es también un creativo publicitario.
Dado que la traducción publicitaria exige la combinación de múltiples competencias, este trabajo no debe infravalorarse. Sobre todo si se tiene en cuenta que el coste de los errores debidos a una mala traducción es importante. Como mínimo, el cliente puede malgastar dinero sin obtener rentabilidad de su publicidad traducida. Como mucho, el cliente puede enfrentarse a actitudes negativas hacia el producto.
Un traductor de publicidad no está obligado a estudiar los fundamentos de la publicidad, pero hacerlo puede ser ventajoso. El conocimiento de los principios y técnicas de la publicidad aumenta las posibilidades del traductor de producir una traducción de alta calidad cuando se trata de trabajo creativo. En el futuro, el traductor puede especializarse en traducción publicitaria, utilizando sus conocimientos y habilidades en el campo de la publicidad como ventaja a la hora de ofrecer sus servicios a los empleadores. Los conocimientos adquiridos en este campo pueden convertirse en una base para solicitar una mayor remuneración por su trabajo. Una ventaja adicional es que el traductor puede utilizar estos conocimientos adquiridos para autopromocionarse (si trabaja de forma independiente).